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sábado, 14 de diciembre de 2013

La esencia... y el doble

Tenemos, desde que nacemos, una esencia única. La esencia que nos hace diferentes a todos los demás, la esencia que nos hace ser inherentemente libres como seres humanos, la esencia que crece si es alimentada y se ahoga si nuestro doble la amordaza.

Nuestro doble es una personalidad creada por la sociedad en la que hemos crecido, las personas que nos han influenciado, los medios de comunicación y las cosas que amamos a las que tenemos apego. El doble y la esencia conviven dentro de nosotros en continua lucha, intentando ocupar ambos el máximo espacio posible para dejar al otro doblegado. Conozco muy pocas personas que logren tener a su doble amordazado y puedan disfrutar de su esencia libremente. Sin embargo, que nuestra esencia campe a sus anchas es la única manera de ser felices. Afirmo por lo tanto, que muy pocos seres humanos son plenamente felices. La mayoría quizá olvidaron su esencia, o no se paran a pensar cuál es, o prefieren amordazarla porque tienen miedo de salirse del camino...

A Tania su esencia le pedía desde pequeña irse a Burundi (o cualquier otro remoto lugar necesitado de ayuda) con Médicos sin fronteras. Pero tuvo que callarla. Aún así, tiene a su esencia bastante consentida. Yo he vivido conforme a mi esencia la mayor parte de mi vida. Pero hace dos o tres años, mi doble iracundo por su poco protagonismo, sumió a mi esencia en un agujero negro, atada de pies y manos, y se hizo con el poder... Mi esencia ha vivido en las sombras durante todo este tiempo. Pero a veces la oigo gemir, pidiéndome ayuda, sobre todo en las noches en que el doble me agobia hasta extasiarme y me impide dormir. Cuando paseo sola por una ciudad que no conozco, cuando intercambio miradas de complicidad con un extraño, cuando escucho algunas canciones de Zaz, cuando me desvelo leyendo poesía, cuando apago el móvil para perder la noción del tiempo, cuando nos pasamos la madrugada filosofando sin importar si mañana madrugamos, cuando una foto bonita me hace llorar o de repente, en mi cabeza, aparece un cuadro de Klee... mi esencia llora bajito y yo la oigo susurrando que la desate, que no tenga miedo del caos.


jueves, 31 de octubre de 2013

El amor no es lo que era

El lunes vi en el cine una película de amor que trataba también el no-amor. Que no es desamor, sin embargo. El tema principal del film, aunque subyacente, era claro...

Hubo un tiempo en que el amor dominaba el mundo y nuestras vidas. Hubo un tiempo en que el amor era la razón de vivir y de existir de los seres humanos. Las novias lloraban exhaustas la marcha de su amor por trabajo, por el servicio militar, por el abandono para irse con una amante... Y aún así lloraban. La vida parecía que se les escapaba de las manos, que por más que alargaran los dedos, solo había humo. Los hombres dejaban importantes puestos de trabajo por vivir en la misma ciudad que su amante. Las amantes, locas de amor, dejaban todo y se escapaban al fin del mundo con su amor. Las jóvenes, y las no tan jóvenes, ansiaban desde su infancia sentir esa profunda pasión que llenase su vida plenamente. Por amor, se enfrentaban a sus familias, sus amigos y sus principios. Por amor morían.

¿Qué queda del amor? Hombres y mujeres contemporáneos dejan relaciones que funcionan para emigrar por un trabajo mejor, en el que se gane más, se le valore más, se le conozca más... Mujeres que aman se construyen un muro de piedra gruesa a su alrededor para que nadie se atreva siquiera a acariciar su corazón. Adolescentes que aman se convencen de que son jóvenes para el amor. Ancianos vitales y con ganas de amar creen que son viejos para el amor. Mendigos y presos creen que nunca más tendrán un amor. Matrimonios que un día fueron felices no sienten nada más que frío cuando se abrazan, porque no les queda amor...

Entre el no-amor y del des-amor, escogería el des-amor. Al menos el dolor te recuerda que estás vivo.


martes, 29 de octubre de 2013

Lupus



Un mendigo de mi barrio, esta mañana, acompañado de su perro, gritaba por la calle a plena voz: “¡¡Los seres humanos somos la peor basura de este mundo!! Hasta los animales tienen más derechos que los hombres... ¡¡Un perro enfermo tiene el derecho de recibir una inyección que le quite el dolor!! ¡¡El hombre muere y agoniza de cáncer si es pobre, condenado a vivir!! Somos lo peor, somos lo peor… somos lobos entre nosotros, el ser humano es un lobo para el hombre… Dejadme morir…”

Siempre han dicho que está loco. Yo no lo creo.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Maleaje

En el humo de un cigarro se consumen los problemas de una noche de verano. Madurez intermitente bajo lunas prohibidas de adolescencia. Reír a carcajadas consumiéndote de pena. El amor por el riesgo, la velocidad, los sueños imposibles, amor por el borde del precipicio.

Los ojos que te mienten bajo tu consentimiento te enseñan más de la vida que los libros. Acabas aprendiendo a apuñalar las penas. No hay láser que borre los tatuajes del alma. Están ahí para que no olvides qué aprendiste.Los juegos de triple o nada, el morbo de pasar los límites. Que te arda la sangre de rebeldía.

En un culto gitano, una mujer se desgarra la voz. No sé si canta o llora. Pero duele. La presión por un futuro prometido. La doble vida. Reinando entre las ruinas. El puro amor de luchar con alguien por salvarle. La inmesidad de los problemas que te sobrepasan. Complejos causados por relaciones equivocadas. Darte la mano durante toda la noche y saber que ninguna de las dos puede dormir.

Las mentiras. Las que te cuentan y las que cuentas. El miedo. Buscavidas con vidas rotas. Enganchados que aman por encima de todo. El maleaje que arruga tu piel y tu alma. Las miradas que gritan en silencio todas las vidas que han vivido. Y esa sombra en tu sonrisa que descubre tu oscuridad.

No te arrepientas de nada. La gente sin malear es mucho más aburrida.

martes, 20 de agosto de 2013

¿Todo o nada?

El domingo lloré viendo Callejeros. Y no fue de pena por como tratan a algunos animales en ciertos países, ni de asco al ver como se come la reportera una cucaracha. Lloré de emoción.

En Brasil las desigualdades sociales son abismales. Clasifican las clases sociales según su poder adquisitivo de la A a la D. Las favelas son casas construidas con materiales de todo tipo por la gente más pobre. Una vez que construyen pagando ellos los materiales, pueden quedarse la casa. La reportera de Callejeros hace un breve recorrido por estos barrios, acompañada de un vecino sonriente que participa en varias campañas de inclusión social para los niños de las favelas. Por miedo a las represalias posteriores de la vecindad, ninguno de los habitantes de estas viviendas accede a que el equipo del programa entre en su casa a grabar. Ninguno, excepto una mujer.

La mujer que invita a pasar al equipo es amiga del chico que los acompaña durante el recorrido. Es una mujer joven, de unos 25 años, atractiva y con una apariencia muy saludable. Lleva en brazos a su hija, de unos 4 o 5 añitos. Entre otras preguntas, la reportera le lanza la siguiente a la chica: "Si pudieras pedirle algo al gobierno de tu país, ¿qué le pedirías?" Tras unos segundos pensativa, contesta: "No pediría nada... Tengo de todo... Tengo un hogar, a mi hija conmigo, grandes amigos, un plato en la mesa cada día... No, no tengo nada que pedir". Y tras esto, sonríe a la cámara. El equipo de Callejeros siguió enseñándonos Brasil.

Yo me quedé en las favelas, intentando aprender.





lunes, 19 de agosto de 2013

Las mujeres de los militares

Las mujeres de los militares, no me preguntéis por qué, son bellas, femeninas y coquetas. Independientemente de mi opinión sobre el ejército, el patriotismo y toda la política que subyace, estoy convencida objetivamente de este dato.

La mujer de un hombre militar tiene siempre la casa perfecta (evidentemente, es ama de casa, trabaje o no fuera del hogar). Tan perfecta que puedes echarte la raya del ojo en el suelo de su baño. Tiene toallas, ornamentación y hasta "chichis" decorativos conjuntados (me he percatado de las características comunes de las mujeres de los militares mientras usaba el baño de una de ellas esta tarde).

La mujer de un hombre militar es dulce, sonriente, afable... sin dejar de ser una mujer muy fuerte, con carácter, siendo la mayor parte de los veces la que lleva los pantalones. Suele ser bastante atractiva, lo que realza con un maquillaje exquisito, con bastante color pero sin llegar a ser exagerado. Nunca he conocido a una esposa de millitar paleta. Detrás de estos bombones con uñas y labios del mismo color, un pelo súper brillante y una ropa femeninísima, se esconde... tachán, un todoterreno de mujer, inteligentísima. Buena madre, buena educadora, buena esposa... una señora de su casa en toda regla, vamos.

La pregunta es... ¿por qué? ¿Qué hace a este prototipo de mujer buscar el amor en un traje militar? O quizá es al contrario... ¿qué tienen estas mujeres que lleva a los militares a ser fieles y enamorados esposos per saecula saeculorum? Ni idea. Pero es un dato estadísticamente fiable.


domingo, 18 de agosto de 2013

Federico

Géminis nacido en Granada el mismo año en que estalla la Guerra de Cuba y Marie Curie descubre algunos elementos químicos. Los artistas no se hacen, nacen, y muy pronto empezaste a escribir.

Escribiste la poesía más pasional de España en el Poema del Cante Jondo y el Romancero Gitano, donde lloraste la muerte de algunos grandes amigos. Aún, después de diez años leyéndote, se me ponen los pelos de punta cuando leo el primer verso a la sangre de Sánchez Mejías... "¡Qué no quiero verla!". Reflejaste los sueños y duquelas de un mundo marginal, mágico y fuerte, "sueño y bronce, los gitanos". Y te fuiste a Nueva York.

Al volver, las cosas habían cambiado. Una República libre hizo que te convirtieras, como siempre has merecido, en una figura principal del panorama cultural español e internacional. Llevaste tus historias a pueblos sin cultura ni alfabetización, buscando la inquietud en gente que no tenía acceso a la educación. Colaboraste con las Misiones Pedagógicas en esa alfabetización de pueblos rotos. Hiciste prodigiosa a la zapatera, y arte de la prisión de Bernarda Alba. Recordaste a Mariana Pineda. Diste grandes papeles a la Muerte y a tu amada Luna en Bodas de Sangre. Nos duele aún el dolor de la mujer Yerma.

Sin dudarlo, abriste tu corazón en Sonetos de amor oscuro, ¿oscuro? Sí, oscuro era tu amor, el amor homosexual. En una ocasión te preguntó un amigo cómo podías perderte a tantas maravillosas mujeres, ¡a la mitad de la humanidad! Tú le respondiste, "¿acaso no te pierdes tú a la otra mitad?".

Tuviste grandes amigos, perteneciste a la Generación Poética más grande de la historia de nuestra literatura, productora de la más bella poesía española universal. Algunos amantes conocidos, bastantes extraños. Un artista ama sin medida y con locura. Porque ya lo dice Nach, "amar es la mayor locura a no ser que se ame con locura".

Y en lo mejor de tu vida, con una brillante carrera y planeando un viaje a México, te fusilaron la madrugada del 18 de agosto de 1936. Eras demasiado libre para vivir. El crimen fue en Granada, como dijo tu gran compañero Antonio Machado.





sábado, 17 de agosto de 2013

Energeia sumus

Es curioso el intercambio de energía que se produce entre los seres humanos. La energía se apodera de nuestro cuerpo y nuestra mente y nos hace comportarnos de una manera dulce, cariñosa, delicada... o por el contrario, iracundos, nerviosos, violentos. ¿Y es el carácter acaso, lo que produce estos bruscos cambios de comportamiento? No. Todos modificamos nuestra conducta, o mejor dicho, todas nuestra conductas son modificadas. De eso se encarga la energía.

La energía fluye, nos hace llorar, gritar, besar, o hacer el amor. Y ocasionalmente, entre algunas personas existe una constante línea de energía, sin importar la distancia física, que las mantiene permanentemente conectadas. Ese "hilo umbilical" que nos hace empáticos, nos permite sentir dolor cuando la otra persona lo siente, o extrañarla cuando ella también nos extraña. ¿Cómo explicar de otro modo, el instante en que en sueños te atrapa un recuerdo, y la persona que protagoniza el recuerdo te ha llamado o escrito un mensaje? Ella te necesita en ese momento, y tú, lo sabes. Su energía te hace despertarte y sentirte en conexión con ella.


La complicidad, las experiencias comunes, el amor, suelen conectar a las personas. Sin embargo, no siempre es así. Yo amo a seres humanos con quienes no tengo, y nunca he tenido conexión. Y alguna vez, andando por la calle, comprando en un mercado, o mirando el reflejo de la ventanilla en un tren, he cruzado miradas con absolutos desconocidos para nada extraños...

domingo, 4 de agosto de 2013

El secreto

Esta tarde en la piscina Tania y yo hablábamos del contenido del libro que se está leyendo. El secreto es un libro de tipo autoayuda que centra todo el poder humano para controlar su destino en los pensamientos. Según dicho libro, tú atraes con tus pensamientos todo lo que te sucede, siendo los pensamientos positivos el imán de aquello que deseas, y los negativos (aunque inconscientes) lo que atrae nuestros conflictos.

Si bien es cierto que visualizar lo que deseas y pensar que lo obtendrás es positivo para lograr tus fines, yo creo que nuestra mente no tiene el poder que se le quiere otorgar en El secreto.  Las cosas que nos suceden pasan porque tienen que pasar, porque estaba escrito que así fuera. Lo demuestra el hecho de que a veces nos obsesionamos con lograr objetivos que realmente no deseamos, nos ob
cecamos con una idea que creemos nos hará felices. Y no conseguimos lo que buscamos.¡Porque no tenía que ser así!

El universo pone todo en su lugar. Nos da señales cuando nadamos a contracorriente de lo que realmente nos hace felices. Pero no solemos escucharlas. En lugar de eso, perseguimos metas durante tanto tiempo que cuando estamos a punto de obtenerlas, ni siquiera las deseamos. Pero lo peor de todo, es que nos somos conscientes de lo corta que es la vida, de que el tiempo escapa, y de que no somos dueños de nuestro destino. Y nos olvidamos de vivir.

Persigamos nuestros sueños y objetivos, pero mientras, vivamos.

viernes, 26 de julio de 2013

Miedo al miedo

Tenemos miedo de perder lo que queremos. Tenemos miedo de fracasar. Tenemos miedo a lo desconocido. Tenemos miedo al dolor. Tenemos miedo a perder el rumbo. Tenemos miedo al miedo.

Y, ¿de qué sirve tener miedo? De nada. Únicamente nos frena en nuestro camino, no hace perder un tiempo muy valioso, estar en estado de alerta. Tengamos o no miedo, pasará lo que tenga que pasar. No podemos evitarlo, no somos dueños de nuestro destino. De un hombre de los fallecidos en el accidente de Santiago, decía su mujer: "era la primera vez que cogía un tren". ¿No estaba la suerte de ese hombre echada? Yo creo que sí.

Mi tío abuelo Domingo, cogió hará más de 30 años un avión a Nueva York. La familia, asustada, llena de miedo le preguntó: "¿Y si se cae el avión?" Domingo, que sabía vivir, contestó: "¿Pero, y si no se cae, y veo Nueva York..?"

No tengamos miedo.

lunes, 22 de julio de 2013

Los límites

Frecuentemente sobrepasamos los límites. ¿Qué límites? Yo creo que todos. No sé si es problema de nuestra educación, en la que a menudo, por darnos todo, nos dan demasiado, o si por el contrario pasar los límites es algo inherente al ser humano. Los educadores recomiendan enseñar a los niños a canalizar su frustración diciéndoles a veces la palabra NO, poniéndoles límites.

Los límites del respeto son fáciles de traspasar cuando hay confianza, pues a veces la sinceridad puede faltar a la diplomacia y no siempre decir lo que se siente es lo más adecuado. ¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida nos hemos arrepentido de decir cosas que sentíamos en ese momento y que preferiríamos haber callado? Yo sin duda muchísimas, incontables. Los límites son necesarios, útiles, funcionales para las relaciones interpersonales y para guardar la face, o imagen de cortesía positiva, en el lenguaje de Leech. En lo que concierne al respeto, usualmente se pasa la línea "en caliente", en circunstancias en las que nuestro estado de ánimo o nuestro ego ofendido no nos permiten pensar antes de hablar. Sin embargo, sería en estas ocasiones en las que seríamos realmente nosotros, ¿o no? ¿Lo que decimos sin pensar es algo que inconscientemente deseamos decir?

Me parece necesario conservar los límites, sin llegar a la hipocresía guardar cierta diplomacia (aunque acostumbro a decir que prefiero ser sincera y maleducada que diplomática e hipócrita). Sería imposible vivir sin límites en sociedad. Si todos dijésemos siempre lo que se nos pasa por la cabeza, si hiciésemos todo lo que en algún instante sentimos sin meditar sus consecuencias, si únicamente las emociones dictaminasen nuestra conducta... las relaciones serían caóticas.

Conservemos los límites. Al menos, sobrios.

jueves, 18 de julio de 2013

Salir de las drogas

La peor droga del mundo, sin lugar a dudas, es el amor adictivo. Las relaciones enfermizas de "ni contigo ni sin ti sé vivir" que empiezan ocupando una pequeña parte de tu vida para acabar convirtiéndose en un todo o nada.

Cuando caes en una relación de este tipo, el cuelgue es progresivo. Cada vez necesitas más. Cada vez eres menos tú y más parte de otro. Y sin comerlo ni beberlo, acabas siendo una persona apegada y totalmente dependiente de decisiones ajenas a ti. Sin embargo, este amor "tóxico" contiene al igual que el resto de drogas componentes adictivos que hacen que aunque llegues a estar totalmente hundido algunas veces, otras llegues a tocar el cielo (esto solo se consigue bajo los efectos de las drogas). Son esos momentos de climax, de locura emocional desatada, de vivir al límite, los que hacen que soportemos cada bajón insufrible. Tras estos bajones, en los que se puede llegar a desear la muerte, nos armamos de valor y decimos: "mañana acabo con esto, no puedo seguir así". Pero es más fuerte la adicción que nuestra voluntad. Y llegamos a punto en el que, como en la canción de R de Rumba, nos da igual qué seamos en la vida del otro y cómo acabe la historia. Queremos ser su reina o su ruina.

A los que están todavía enganchados les recomiendo fuerza de voluntad, rodearse de buenos amigos (las drogas suelen alejarnos bastante de los que más nos quieren, quienes, lógicamente intentan que las dejemos) y una buena metadona. La paz vale más que las pocas veces que tocaste el cielo. Y aunque ahora no lo parezca, habrá más personas que te amen, y seguro que te amarán de una manera más sana.

miércoles, 17 de julio de 2013

Entre la desidia y la ilusión hay un fino hilo que separa el esfuerzo por conservar una amistad. Somos a veces inconscientes del apego o la necesidad que tenemos hacia alguien que ha estado ahí siempre, hasta que no está. Comúnmente conocemos a nuestros amigos en el colegio o el instituto, pasan los años y las personas entran y salen de nuestra vida, como en una continua despedida de Boccioni...

Sin embargo, si tenemos la suerte de conservar a nuestros amigos del colegio (yo la tengo), las experiencias de cada uno y otros condicionantes externos a la propia amistad, harán que nuestra evolución sea diferente. Nuestros gustos por la ropa o la comida serán diferentes, nuestro ideal de pareja será diferente, nuestro camino a seguir será diferente, ¡por Dios, donde una vea un tomate, otra verá una pera! Y te preguntas, ¿qué me une a mí a esta persona? ¿La habría elegido cuando hubiera dejado de llevar chupete? Esto te lleva a deducir que la mayoría de las veces la respuesta es NO. Pero, sin embargo, quieres a esa persona que a veces te desquicia y otras te hace reír hasta que te duelan los riñones. Es el precio de la amistad a largo plazo. Los amigos de siempre son una especie de familia, a la que como a tu familia, quieres incondicionalmente.

Querer incondicionalmente: haga lo que haga, piense como piense (dentro de unos límites, al menos para mí) SIEMPRE será tu amigo. Porque lo/la quieres. Y eso, ES ASÍ.